miércoles, 5 de octubre de 2011

SANTA JUANA DE CHANTAL (CUANDO SE SIGUEN LOS CAMINOS DE LA PROVIDENCIA)



A los veinte años, una joven de buena familia borgoñona, Jeanne-Françoise Frémyot, se vio convertida por su matrimonio en baronesa de Chantal; adoraba a su marido, tuvo cuatro hijos y su felicidad parecía perfecta hasta que bruscamente todo se vino abajo de un modo cruel: el barón muere en un accidente de caza v su viuda entra en un largo período desolador.

El providencial encuentro con san Francisco de Sales le permitió recobrar un sentido de la libertad que haría de ella un fuerte y dócil instrumento de apostolado humilde y sin dejar de hacer frente con la máxima energía a las pesadas tareas de gobierno y administración que le encomendaba el santo.

Dramas familiares -su único hijo, que más tarde murió en la guerra, padre de la futura Madame de Sévigné, se opuso con todas su fuerzas a su vocación- y crisis interiores zarandearon aún hasta el final al .fiel e incansable Juana Francisca, la baronesa que se describía a sí misma como «una criada en tiempo de cosecha, a quien dicen ve a este campo o al otro», que sólo sabe obedecer alegremente.

Con el tiempo será la fundadora de la orden de la Visitación de María, para viudas v doncellas, que a su muerte cuenta con 'más de ochenta casas. Será modelo de fortaleza de carácter, serenidad, sentido común y espíritu de sacrificio. Maestra en el difícil arte de unir contemplación v acción.

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